Destripados vientres
del adiós,
expuestos a una evidencia
de escoria,
a una desolación de escarcha
abrasando ecos.
Un juego de errores,
una apuesta sobre tableros
de barro,
atraviesan el azar impasible,
ciego al soborno.
Un gesto de añoranza
se emboza con la máscara
de la fe vencida,
y se desvanece huyendo
de pasados entusiasmos.
No habrá besos sobre las piedras,
las sombras se arrastrarán
sobre espinas de palabras,
los segundos yacerán agotados
de recuerdos,
y ni siquiera el vacío
acudirá a la clausura final.
De Fragmentos de la llama, Celesta, 2014.
De Fragmentos de la llama, Celesta, 2014.
Buen poema, duro y desgarrado, desolador. Da de lleno en la esencia del Nihilismo.
ResponderEliminarUn saludo muy cordial.
Cierto, Antonio. Pero el poemario va avanzando por páginas más optimistas e ilusionantes. Ya pondré alguna muestra más. Sigue con tu agudo y culto Última Hesperia. Un cordial saludo.
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