Bebiéndote
Este deseo de beberte atraviesa
mis cimas y nadires.
Pasarán ciclos y husos,
se perderán cifras en los
almanaques,
bebiéndote como un río
inagotable,
perdiéndome en tus aguas
mar adentro de tus labios.
Libar de tus ocultos pistilos
el néctar más íntimo,
embocar tu secreto venero
para saciar mi sed de urgencias;
miles de gotas que surgen
de manantiales desvelados y que
inundan mi paladar palpitante,
volviéndome un cuerpo
informe desleído en tus
torrentes.
Saborear el almizcle de tu centro:
humores gratamente bebidos,
zumos golosamente gustados;
paladear los generosos caldos
de tus odres abiertos;
brindar con la copa de mis manos
rebosantes de tus jugos;
escanciar tu vino germinal
en el anhelante cáliz de mi boca.
Beberte ya al borde del delirio,
Beberte ya al borde del delirio,
dipsómano de tus fluidos,
ebrio de tus líquidos;
embriagado sin salvación
con tus licores; ahíto de
tus claras linfas, de tus densas
savias.
Ahogado por fin en tu océano.
De Fragmentos de la llama, Celesta, 2014.
Acertada colección de imágenes que embriagan la imaginación del lector.
ResponderEliminarGracias, Luis, por tan grato comentario. Un saludo, y sigue con tu estupendo "palabritorio".
EliminarCálido, sensual, el líquido primigenio resbala por la belleza del poema.¡ Feliz Año Nuevo 2015! estimado Poeta.
ResponderEliminarMe alegro de que te sugiera el poema esas sensaciones de calidez y sensualidad. Feliz año también para tí, y te deseo que sigas con la labor de tu Palabras y Tiempo.
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