Podría definirse el texto, en
principio, como un ero-dromos in-verso. Es ciertamente un camino por el
territorio del erotismo (ya sea en su consumación, ya en su advenimiento), y es
in-verso en un doble sentido: tanto en el de que la escritura circula desde una
extinción a un nacimiento, como en el de que aquella se plasma en el elemento
básico que vehicula el poema.
Recorrido inverso, pues, el que
lleva a cabo el autor de estos Fragmentos de la llama por el
territorio de la piel y la escritura, y que se inicia en un recuerdo
aparentemente concluso para acabar en el asombro que produce la pulsión del
descubrimiento, tras atravesar distancias y cercanías, laderas y cimas,
eclipses y amaneceres.
Como todo viaje es episódico e
incompleto, y como en todo itinerario interesan más los diferentes lugares
recorridos que el incierto desenlace de dicho trayecto. Lo fragmentario
sustenta una mirada opuesta a un discurso totalizador, aunque no por ello sea
menos intensa y persistente. Y es esa percepción, sabedora de sus límites, la
que indaga en la alianza cómplice entre palabra y cuerpo al transitar los
pliegues de un texto buscando sus oquedades secretas, ahí donde habita el
tesoro de lo innombrable, la preciosa e inasible naturaleza de lo fugaz.
Y a la par que travesía es un
texto agónico, pues sirve para poner de manifiesto la lucha antagonista entre
el ocaso y la aurora, la confrontación eterna entre vida y muerte. Y esa
oposición dialéctica entre Eros y Tánatos es un elemento clave que conforma la
génesis del poemario, en el que a una “memoria
clausurada” le dan la réplica los “ojos del asombro”, y a la “distancia sobre
el eclipse” le salen al paso, desafiantes, unos “fuegos” alzados sobre el “ara”,
origen de esa llama que se yergue, aunque sea de forma fragmentaria y efímera
en su vulnerabilidad.
Una percepción exuberante y acuciosa que nos ofreces como Fragmentos de La Llama Doble, Amor y Erotismo, de O. Paz.
ResponderEliminarY sí... fragmentos, porque la obra es un en si, infinito, un fractal de aquello que en diversas culturas se ofrece como sensación y realidad no sólo ante el cuerpo del nuestro objeto amoroso.
Un place leer y enriquecerme con tu visión acerca del la llama doble que ha poblado micro universos en el hasta hoy... planeta azul.
Un placer.
Hola, Leticia. Gracias por tu comentario con esa referencia al maestro Paz, con su lúcido estudio sobre amor y erotismo (esa llama doble). No pretendo equiparerme a tan gran figura (junto con Borges, los dos más grandes autores en lengua española del siglo XX), simplemente he hecho una incursión lo más penetrante que he podido por ese territorio. Un cordial saludo.
EliminarEnhorabuena por este libro, deseo para él una hermosa y exitosa andadura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, María José. Siempre tan generosa en tus deseos. Otro abrazo para ti.
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