Páginas

lunes, 5 de mayo de 2014

Rafael González Serrano: Fragmentos de la llama

Podría definirse el texto, en principio, como un ero-dromos in-verso. Es ciertamente un camino por el territorio del erotismo (ya sea en su consumación, ya en su advenimiento), y es in-verso en un doble sentido: tanto en el de que la escritura circula desde una extinción a un nacimiento, como en el de que aquella se plasma en el elemento básico que vehicula el poema.
Recorrido inverso, pues, el que lleva a cabo el autor de estos Fragmentos de la llama por el territorio de la piel y la escritura, y que se inicia en un recuerdo aparentemente concluso para acabar en el asombro que produce la pulsión del descubrimiento, tras atravesar distancias y cercanías, laderas y cimas, eclipses y amaneceres.
Como todo viaje es episódico e incompleto, y como en todo itinerario interesan más los diferentes lugares recorridos que el incierto desenlace de dicho trayecto. Lo fragmentario sustenta una mirada opuesta a un discurso totalizador, aunque no por ello sea menos intensa y persistente. Y es esa percepción, sabedora de sus límites, la que indaga en la alianza cómplice entre palabra y cuerpo al transitar los pliegues de un texto buscando sus oquedades secretas, ahí donde habita el tesoro de lo innombrable, la preciosa e inasible naturaleza de lo fugaz.
Y a la par que travesía es un texto agónico, pues sirve para poner de manifiesto la lucha antagonista entre el ocaso y la aurora, la confrontación eterna entre vida y muerte. Y esa oposición dialéctica entre Eros y Tánatos es un elemento clave que conforma la génesis  del poemario, en el que a una “memoria clausurada” le dan la réplica los “ojos del asombro”, y a la “distancia sobre el eclipse” le salen al paso, desafiantes, unos “fuegos” alzados sobre el “ara”, origen de esa llama que se yergue, aunque sea de forma fragmentaria y efímera en su vulnerabilidad.

4 comentarios:

  1. Una percepción exuberante y acuciosa que nos ofreces como Fragmentos de La Llama Doble, Amor y Erotismo, de O. Paz.
    Y sí... fragmentos, porque la obra es un en si, infinito, un fractal de aquello que en diversas culturas se ofrece como sensación y realidad no sólo ante el cuerpo del nuestro objeto amoroso.
    Un place leer y enriquecerme con tu visión acerca del la llama doble que ha poblado micro universos en el hasta hoy... planeta azul.
    Un placer.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Leticia. Gracias por tu comentario con esa referencia al maestro Paz, con su lúcido estudio sobre amor y erotismo (esa llama doble). No pretendo equiparerme a tan gran figura (junto con Borges, los dos más grandes autores en lengua española del siglo XX), simplemente he hecho una incursión lo más penetrante que he podido por ese territorio. Un cordial saludo.

      Eliminar
  2. Enhorabuena por este libro, deseo para él una hermosa y exitosa andadura.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, María José. Siempre tan generosa en tus deseos. Otro abrazo para ti.

      Eliminar